Las barracas de piedra seca de Viladellops son construcciones de piedra sin rejuntar donde se resguardaban los aparceros durante los días de trabajo en la viña.
Integradas en un paisaje de viñedos y bosque aparecen las barracas de piedra seca acompañadas de olivos, algarrobos, almendros y alguna higuera adornando el entorno de Viladellops. Recuerdan a los tiempos de los campesinos donde la maquinaria agrícola era mas rudimentaria, donde el cobijo i el descanso eran necesarios después de la jornada dura con la tierra.
En tiempos de aparcerías, cuando el pueblo aun no existia, diferentes familias de la zona venían a Viladellops a trabajar el trozo de tierra apalabrada con el señor de las tierras. Un tercio era el beneficio del esfuerzo trabajado para sostener a la familia; el resto era para el propietario.
Puesto que el camino a Viladellops era largo, los campesinos ocupaban las barracas durante el tiempo necesario para hacer su trabajo.
Muy probablemente eran construidas por los mismos campesinos. La piedra del campo se iba amontonando para después ser utilizada para hacer los márgenes, las terrazas y las barracas. Con base circular la iban colocando una sobre la otra sin rejuntar, dando la forma redondeada tanto en las paredes, dejando una obertura para la entrada, como el techo donde en la parte más alta colocaban una piedra más grande que es la que hace presión a la construcción para mantenerla unida. Para evitar las filtraciones de la lluvia el techo se cubría de tierra y se plantaban lirios de San José. Hay quien dice que tal vez la iniciaban haciendo un montón de tierra y colocaban la piedra alrededor para conseguir unas formas más perfectas. Una vez completadas la tierra se vaciaba del habitáculo. Las barracas siempre miran al sur para evitar el viento del norte.
En la parte interior se puede observar que per sobre el umbral de la entrada y techo es negro del humo de las fogatas. El humo estancado a la parte superior mantenía la estancia caliente siendo la parte inferior limpia de oxígeno para respirar.
Actualmente en Viladellops podemos encontrar 25 barracas (algunas restauradas) pero muy probablemente habían 42 que era el número de parcelas que habían. Las dimensiones de las cuales varían según el tamaño de la parcela.